por Nick Gromicko, CMI® y Kate Tarasenko
Conque quiere
comprar una vivienda barata, y está recorriendo el mercado de las ejecuciones
hipotecarias. Considerando la sobre abundancia de este tipo de propiedades y
qué pocas están en condiciones, resulta
tentador subirse al carro y comprarlas. Y puede valer la pena como inversión a
largo plazo. Sin embargo, como cualquier compra importante, sería
necesario conocer lo más posible acerca de la propiedad antes de adquirirla, lo
cual amerita la inspección de la vivienda, llevada a cabo por un inspector de
InterNACHI.
Lamentablemente, muchos agentes inmobiliarios, a quienes no les gusta negociar con los bancos, les dicen a sus clientes que las inspecciones de viviendas no son de valor como herramienta de regateo, ya que los bancos no negocian sobre propiedades “como están”. Además como una traba extra, los bancos que venden las propiedades “como están” no tienen ninguna responsabilidad legal por vicios ocultos. Mientras que el consejo de un agente a renunciar a una inspección como medio de negociar el precio puede ser lógico, es sorprendentemente contraproducente, y posiblemente hasta negligente. ¿Compraría un vehículo sin saber si tiene transmisión? La misma premisa es válida para una vivienda, independientemente si su intención es vivir en ésta, o la quiere reparar o tirarla abajo. El agente inmobiliario puede tratar de salvar un acuerdo que posiblemente podría suprimirse si un inspector descubre daños que el banco no desea hacerse cargo, y Usted, como comprador, deba reconocer que el consejo del agente no sea de su mejor interés. En este caso, lo están poniendo a Usted en un riesgo a fin de asegurarse que reciben su comisión.
Cualquier agente inmobiliario que desaconseja una inspección en una ejecución hipotecaria(o evita recomendar que se lleve a cabo) está ignorando la probabilidad de que mucho antes que los dueños anteriores dejaran de pagar la hipoteca, hayan dejado de efectuar las tareas de mantenimiento necesarias. La aparición de humedad que conduce a pérdida y a la aparición de moho, son apenas algunos de los mayores problemas que encuentran los inspectores en propiedades hipotecadas. Abundan los relatos de descubrimientos extraños en propiedades abandonadas, desde jabalíes salvajes hasta enormes nidos de abejas. Los dueños anteriores pueden saquear sus propias propiedades, quitando todo los que se puede sacar o desatornillar, dejando atrás desperdicios y basura que después habrá que pagar para removerlos.
Se cuentan también muchas historias de propiedades hipotecadas intencionalmente desvalijadas por sus anteriores propietarios como represalias contra los bancos. En un caso famoso a principios de 2010, un nativo de Ohio derribó su casa de 250.000 US$ después que el IRS le dejó el aviso de prenda debajo de la alfombra y después amenazando con tomarle la casa. El daño realizado por el dueño fue evidente, aunque también existen situaciones menos extremas adonde el daño no es tan obvio, y que hacen de absoluta prioridad la inspección de la vivienda.
Antes de comprar una propiedad siempre debería realizar una inspección, especialmente cuando compra una hipoteca propiedad del banco. En tal caso, puede ser imposible saber cuánto cuidaron la vivienda, o si hubo algún daño mayor antes de que los propietarios anteriores la dejaran. Pregunte en su banco de cuánto tiempo dispone después de la oferta inicial para llevar a cabo una inspección y prográmela inmediatamente. Si las cosa van bien, Usted podrá entrar en el acuerdo con tranquilidad de conciencia y una mejor idea de las reparaciones que deberá enfrentar. Revela tan sólo esto vale el precio de una inspección. Si la inspección revela un desastre costoso, podría echarse atrás en el acuerdo y ahorrarse varias decenas o hasta cientos de miles de dólares.
Pagar un poco más por un inspector de InterNACHI vale la pena