Mejora de la Eficiencia Energética en Edificios Históricos
por Nick Gromicko, CMI®
A medida que se incrementan los costos de la energía, los suministros de recursos se vuelven más valiosos y el público se ha vuelto más consciente de los peligros ambientales asociados a la combustión de combustibles fósiles, la eficiencia energética de los hogares se ha transformado en más que una preocupación marginal. En todo el mundo los propietarios han ido mejorando la eficiencia energética de sus hogares, aunque en el caso de las casas históricas se están afrentando a algunos únicos desafíos: ¿Cómo introducir nuevos elementos arquitectónicos en una vieja casa sin interferir con el diseño original? Por suerte, esta preocupación se equilibra de alguna manera por las propias cualidades de ahorro de energía presentes en muchas casas históricas que reducen la necesidad de reformas. Este artículo enumera las maneras en que estas casas históricas son intrínsecamente eficientes, y ofrecen maneras en que esos activos pueden ser mejorados
Los edificios históricos generalmente son más eficientes energéticamente que las construcciones modernas. De hecho, ciertos estudios han demostrado que los edificios construidos antes de 1940 necesitan menor consumo de energía para calentar y enfriar que las casas construidas en los siguientes 35 años. Antes de que hubiera electricidad disponible, las casas se capitalizaban según sus recursos naturales de iluminación, calefacción y ventilación porque la casa en sí misma – no con calentadores ni luces eléctricas- era todo lo que protegía a los seres humanos de los factores climáticos.
Algunos de los componentes de los edificios más antiguos que contribuyen a su excelente eficiencia energética son los siguientes:
- Paredes anchas de mamposterías hechas de piedra o ladrillo, que retienen el calor;
- Balcones exteriores, amplias coberturas de techo, ventiladores de techo, ventanales de vidrio, lucernarios, marquesinas y árboles de sombra se usaban en las casas edificadas en climas cálidos;
- Ventanas que tienen persianas exteriores, persianas Venecianas interiores , cortinas y telas que las hace más eficientes energéticamente que las ventanas modernas;
- Paredes exteriores pintadas de colores claros para que reflejen el sol de los veranos cálidos, logrando espacios internos más frescos; y
- Las ventanas se instalaban solo adonde permitan efectivamente la entrada de iluminación y ventilación naturales. En contraste, la arquitectura moderna se basa más en ventanas basadas en medidas estilísticas, con un efecto lateral no deseable de un valor de R reducido.
Peligros de reacondicionamientos a evitar en edificios históricos:
- Evite impermeabilizar mampostería antigua. Los recubrimientos impermeabilizantes atrapan la humedad en la mampostería, pudiendo causar deterioros durante los ciclos de heladas;
- Daño o remoción de elementos arquitectónicos históricos. El reemplazo de materiales o componentes sólidos históricos con sustitutos de madera terciada o plásticas tiene corta vida útil bajo ciertas condiciones;
- Exposición de los ocupantes a productos tóxicos, como polvo de plomo y amianto .Las casas más antiguas fueron construidas antes que se conociera más acerca de los efectos a la salud de ciertos productos químicos, algunos de los cuales se pueden pulverizar durante el proceso de restauración. Asegúrese de preguntarle a su inspector de InterNACHI acerca de sus temores en la próxima inspección;
- Agregado de materiales que pueden perjudicar a los existentes. Ciertas aislaciones de celulosas tienen sulfato de amonio o de aluminio como retardante de llama, que pueden reaccionar con el agua del aire y formar ácido sulfúrico y dañar los metales (incluyendo la plomería y el cableado), piedras de construcción, ladrillo y madera; y
- Acondicionamiento que viola las normas impuestas por los comités que vigilan los distritos históricos. En algunas áreas, hasta deben ser aprobados los colores de pintura exterior.
- Remoción de ventanas históricas y otros componentes, agregando revestimiento de aluminio, o instalando falsos techos en espacios interiores.
Acondicionamientos en Edificios Históricos
Las siguientes remodelaciones se usan frecuentemente en construcciones históricas para hacerlas más eficientes energéticamente:
- Agregar aislación a los espacios de arrastre. Esta tarea puede ser mucho más complicada que agregar aislación en el ático porque generalmente los espacios de arrastre son excesivamente húmedos. En el caso de agregar aislación en zonas húmedas de la casa, debe asegurarse la ventilación del lugar, posiblemente con la ayuda de extractores.
- Agregar burletes selladores en puertas y ventanas. Un problema común en edificios históricos son las filtraciones en puertas y ventanas, lo cual puede mitigarse calafateando aberturas y juntas. Asegúrese de usar los colores apropiados que no interfieran con el carácter histórico de la casa. Además, no selle el edificio tan herméticamente que no pueda escapar la humedad.
- Agregar aislación al ático. Este proceso generalmente es más fácil que hacerlo en otros lugares, como paredes, y además el ahorro de energía es tremendo. Los materiales de aislación más comunes incluyen celulosa, lana mineral, fibra de vidrio, y vermiculita.
- Agregar ventanas contra tormentas. En vez de quitar las ventanas históricas, agrégueles ventanas contra tormentas que reducen la trasmisión térmica y no afecta el carácter histórico del edificio. Las ventanas contra tormentas pueden pintarse si los colores no son los apropiados. Durante la instalación hay que tener cuidado de no dañar los marcos de las ventanas históricas. Las ventanas contra tormentas son efectivas tanto adentro como afuera del marco original, aunque esta decisión tendrá sus consecuencias; las ventanas contra tormentas interiores puede hacer que las ventanas históricas se vuelvan muy frías, lo que hará condensar humedad, y provocará que se salte la pintura y deteriore la madera. Sin embargo, si se instalan exteriormente, pueden interferir con la imagen del edificio.
- Reemplazar las lámparas incandescentes por fluorescentes compactos (CFL). Este reemplazo es una buena idea en cualquier hogar sin tener en cuenta la antigüedad, pero es especialmente útil en casas más antiguas porque no afecta nada del carácter de la casa.
- Reemplazar los viejos artefactos. Los edificios antiguos a menudo tienen artefactos viejos, los que deberían ser reemplazados por artefactos clasificados ENERGY STAR.
- Agregar un árbol de sombra. Un árbol puede ser una barrera efectiva contra el sol durante los meses de verano, y aumenta el atractivo histórico de una vieja casa. Un árbol de hojas caducas es mejor porque pierde sus hojas en invierno y permite el ingreso de sol a la casa cuando más lo necesita. El árbol debería ubicarse a una distancia segura de la casa para evitar daños en la fundación y la caída de ramas durante tormentas de viento.
- Instalar puertas contra tormentas en clima fríos, aunque no son convenientes en climas más cálidos. Las puertas históricas requieren menores alteraciones, especialmente si son de madera maciza y están en buenas condiciones, o si son críticas para el aspecto histórico de la casa.
- Los vestíbulos son agregados arquitectónicos que reducen la pérdida de calor porque crean un espacio de aire adicional cuando está abierta la puerta exterior. Sin embargo, no son soluciones rentables como agregado ya que el precio de instalación es alto. Además, no combina con la apariencia de los edificios históricos.
- Reemplazar las ventanas. Esto debería hacerse solo en el caso de que las ventanas históricas estén dañadas al punto tal que su reparación sea impracticable. Las nuevas ventanas deberían elegirse de manera tal que combinen con el estilo del edificio. Como se dijo antes, el agregado de ventanas contra tormentas es una manera efectiva, y mínimamente invasiva para reducir los costos de los servicios.
Resumiendo, las casas históricas tienen cualidades que las convierten en energéticamente eficientes por su naturaleza a la vez que son resistentes a los acondicionamientos que mejorarían los ahorros de energía. Al modificar sus antiguas casas los propietarios deberían tener cuidado, pero además estar agradecidos por la eficiencia preprogramada que han heredado de anteriores generaciones
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